¿CÓMO SE TRATA LA DISLEXIA?

La semana pasada colgué una entrada en la que trataba
de definir en qué consistía la dislexia o mejor, el
trastorno de la lectura. Anunciaba que en esta semana dejaría
unas indicaciones para tratarla. En un espacio como este no es posible
dejar unas orientaciones completas para tratar los trastornos de la
lectura. Sin embargo, estos son los pasos que se deberían seguir
ante la sospecha o presencia de un niño (hijo o alumno) con este
trastorno:

1º. En primer lugar, es imprescindible una evaluación
psicopedagógica lo más completa posible. Por tanto,
deberían valorarse funciones cognitivas como el lenguaje, la
atención, la memoria, las habilidades visioespaciales, la
psicomotricidad y las funciones ejecutivas. Por su puesto, la
evaluación debería contemplar una valoración
exhaustiva de los procesos lectores que están afectados y los
que pudieran estar preservados.

2º. En segundo lugar, debería realizarse un tratamiento
personalizado para el alumno que estimulara aquellos aspectos
relacionados directa o indirectamente con la lectura que están
más deficitarios. Esta estimulación debe ser realizada
por especialistas y en situaciones individuales o de pequeño
grupo. Creo que un niño con trastorno de la lectura no se
recupera solamente con la atención recibida en el aula; sin una
estimulación específica, realizada por un especialista
(en la escuela preferentemente) no se garantiza la recuperación
o la mejora.

3º. En tercer lugar, se deben adoptar una serie de medidas de
apoyo y de adaptación en el aula, con el resto de los alumnos.
Un alumno con trastorno de la lectura tiene una dificultad especial
para acceder a la información escrita de los textos, de la
pizarra o de los enunciados de las actividades y exámenes, por
ejemplo. Por tanto, habrá que facilitarles, mientras dure el
trastorno, la posibilidad de acceder a la información por otros
canales que no sean sólo escritos y expresarse en otro formato
que no sea exclusivamente el de “lápiz y papel”. Por
su puesto, cada caso será particular de manera que las
adaptaciones, deben realizarse en función de las necesidades de
cada niño.

A diferencia de los demás niños “aprender a
leer” o al menos, utilizar la lectura como medio para acceder a
la información, debe convertirse en un objetivo prioritario en
el “curriculum particular” de los niños con
trastorno de la lectura.

Artículo obtenido de: Jesús Jarque García.