DISLEXIA: ORIENTACIONES PARA LOS PADRES

Visto en fundacionnce.org

1. Infórmese sobre la dificultad que presenta su hijo (conectar con otros padres que «han pasado por lo mismo»).

2. Proporciónele el apoyo emocional y social que requiera:

  • Hágale saber que comprende la naturaleza de su problema.
  • Explíquele lo que necesita saber sobre sus dificultades.
  • Déle su amor incondicional, independiente de su rendimiento escolar.
  • Hágale saber que confía en él, y que sabe que puede tener éxito.
  • No le compare con otros niños, especialmente con los que no tienen dificultades.

3. Apoye a su hijo para que se valore a sí mismo:

  • Recuérdele sus aptitudes en vez de sus dificultades.
  • Ayúdele a conocer sus talentos especiales.
  • No le presione.
  • Felicítelo cuando lo merezca.
  • Evite comentarios negativos

4. Ayude a su niño para que descubra otros talentos para: 

  •  Deportes
  • Arte
  • Música
  • Mecánica
  • Pasatiempos

5. Organice las actividades del niño en el hogar

  •  Establezca
    un horario para actividades de rutina: comidas, juegos, tareas de la
    escuela o el hogar, televisión, etc.
  • Guarde las cosas en el mismo lugar:
               

        · Ayúdele a recordar dónde poner
las cosas.


          · Recuérdele tantas veces
como sean necesarias.


       · Use recordatorios visuales.

   
       · Sea paciente cuando el niño se
olvida.

6. Déle instrucciones sencillas y una a la vez:

  • Asegúrese que lo entendió.
  • Pídale que repita instrucciones.
  • Déle tiempo para que pueda pensar.

7. Ayúdele a mejorar su propia imagen y la confianza en sí mismo:

  • Asígnele tareas que pueda cumplir con éxito.
  • Básese en lo que el niño sabe hacer.
  • No asuma nada, si su hijo no entiende, muéstrele cómo hacerlo.

8. Ayúdele con un sitio para trabajar:

  • Provéale un sitio tranquilo donde pueda estudiar sin distracciones.

9. Ayúdele a planificar las tareas largas:

  • Téngale un horario de tareas que incluya recesos.
  • Lea las instrucciones de las tareas junto con su niño.
  • Déle siempre instrucciones sencillas.
  • Hágale preguntas, discutan tareas.
  • Actúe como si fuera el secretario de su niño y anote las tareas que le dice.

10. Trabaje en colaboración con los maestros de su niño:

  • Consúltele acerca de las dificultades de su hijo con las tareas de clase.
  • Pídale tareas modificadas.
  • Solicite permiso para copiar las instrucciones de las tareas de su niño.
  • Pregunte si le permiten presentar ciertas tareas oralmente en vez de hacerlas por escrito.

11. Sugiérale al maestro que le permita a su niño leer en voz alta solamente cuando se ofrezca voluntariamente.

¿CÓMO SE TRATA LA DISLEXIA?

La semana pasada colgué una entrada en la que trataba
de definir en qué consistía la dislexia o mejor, el
trastorno de la lectura. Anunciaba que en esta semana dejaría
unas indicaciones para tratarla. En un espacio como este no es posible
dejar unas orientaciones completas para tratar los trastornos de la
lectura. Sin embargo, estos son los pasos que se deberían seguir
ante la sospecha o presencia de un niño (hijo o alumno) con este
trastorno:

1º. En primer lugar, es imprescindible una evaluación
psicopedagógica lo más completa posible. Por tanto,
deberían valorarse funciones cognitivas como el lenguaje, la
atención, la memoria, las habilidades visioespaciales, la
psicomotricidad y las funciones ejecutivas. Por su puesto, la
evaluación debería contemplar una valoración
exhaustiva de los procesos lectores que están afectados y los
que pudieran estar preservados.

2º. En segundo lugar, debería realizarse un tratamiento
personalizado para el alumno que estimulara aquellos aspectos
relacionados directa o indirectamente con la lectura que están
más deficitarios. Esta estimulación debe ser realizada
por especialistas y en situaciones individuales o de pequeño
grupo. Creo que un niño con trastorno de la lectura no se
recupera solamente con la atención recibida en el aula; sin una
estimulación específica, realizada por un especialista
(en la escuela preferentemente) no se garantiza la recuperación
o la mejora.

3º. En tercer lugar, se deben adoptar una serie de medidas de
apoyo y de adaptación en el aula, con el resto de los alumnos.
Un alumno con trastorno de la lectura tiene una dificultad especial
para acceder a la información escrita de los textos, de la
pizarra o de los enunciados de las actividades y exámenes, por
ejemplo. Por tanto, habrá que facilitarles, mientras dure el
trastorno, la posibilidad de acceder a la información por otros
canales que no sean sólo escritos y expresarse en otro formato
que no sea exclusivamente el de “lápiz y papel”. Por
su puesto, cada caso será particular de manera que las
adaptaciones, deben realizarse en función de las necesidades de
cada niño.

A diferencia de los demás niños “aprender a
leer” o al menos, utilizar la lectura como medio para acceder a
la información, debe convertirse en un objetivo prioritario en
el “curriculum particular” de los niños con
trastorno de la lectura.

Artículo obtenido de: Jesús Jarque García.

¿QUÉ ES LA DISLEXIA?

Nuestro hijo tiene 8 años y leía mucho peor
que sus compañeros. Lo hemos llevado a un especialista y nos ha
dicho que nuestro hijo padece dislexia. Estamos muy agobiados.
¿Qué es la dislexia?

Esta es una situación con la que nos podemos encontrar los
profesionales que trabajamos en la escuela y entre un 5 y 10 % de los
padres de niños con edad escolar.

Trabajo como orientador en Infantil y Primaria y definir este
término en este espacio tan breve no es tarea fácil pero
voy a facilitar algunas orientaciones.

1º. Personalmente me gusta más utilizar el
término “trastorno de la lectura”, tal y como lo
hace la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-IV TR)
porque describe mejor lo que ocurre y conlleva la esperanza de que es
algo recuperable. El término dislexia parece más bien
como algo irreversible y crónico.

2º. Padecer un trastorno de la lectura (o dislexia) significa
que uno o varios de los procesos que intervienen en la lectura no
está funcionando correctamente (disfunción) y por tanto,
no permite al alumno utilizar la lectura como los demás
niños de su edad. En estos casos el rendimiento intelectual en
general es correcto (por ejemplo, el Cociente Intelectual está
dentro de los valores normales). Parece que sólo está
afectada la lectura y los procesos que conlleva.

3º. En la lectura intervienen diferentes procesos: perceptivos
(percibir e interpretar las letras y palabras), léxicos (leer
correctamente las palabras), sintácticos (interpretar las
diferentes estructuras sintácticas, signos de
puntuación…)  y semánticos (extraer el
significado de lo leído, integrarlo en la memoria y realizar
inferencias).

4º. Algunos de los síntomas que aparecen en los niños que padecen trastorno de la lectura son:

– Tienen una tasa de errores superior a sus iguales cuando
leen. Los errores suelen ser: omitir letras de una palabra o palabras
completas; sustituir una letra por otra; sustituir palabras al leer;
añadir letras o palabras en la lectura.

– Su velocidad lectora, medida como promedio de palabras por
minuto, es significativamente inferior al promedio de su edad: leen
más despacio, realizan repeticiones espontáneas de
palabras, hacen pausas inadecuadas antes de determinadas palabras,
siguen la lectura con el dedo, entrecortan las palabras…

– En ocasiones confunden letras similares: p-b-d-q; m-n-u-ñ-h; etc…

– Tienen dificultades para comprender oraciones, instrucciones
escritas y estructuras sintácticas más complejas (por
ejemplo, las oraciones de relativo o las oraciones en voz pasiva)

5º. En muchos casos aparecen dificultades (o trastornos) asociados a sus dificultades lectoras, sobre todo:

– Pobre desarrollo de la conciencia fonética, es decir la
capacidad de analizar los sonidos del habla (dificultades sobre todo a
nivel de fonemas).

– Dificultades de orientación espacial: dificultades para
imitar gestos en espejo, identificar derecha – izquierda…

– Dificultades visioperceptivas: problemas para reproducir dibujos
sin sentido, varias figuras geométricas o líneas que
siguen diferentes trayectorias; dificultades para discriminar dibujos
similares o símbolos.

– Tiene dificultad para trabajar con otro tipo de símbolos: números, signos matemáticos…

– Su rendimiento está por debajo del promedio de su edad en tareas de memoria visual inmediata y tareas de ritmo.

– Suele haber antecedentes familiares de dificultades con la
lectura: el papá o la mamá padecieron dificultades
similares.

– Aumenta la presencia de otros signos neurológicos menores.

6º. Muchas de las dificultades lectoras se manifiestan en la
escritura, pero propiamente dicho, una cosa es el trastorno de la
lectura y otra el trastorno de la escritura, aunque en muchos casos los
niños padecen ambos trastornos.

El trastorno de la lectura se recupera en la mayoría de los
casos siempre y cuando se den algunas condiciones. La semana que viene
intentaré responder pregunta ¿CÓMO SE TRATA LA
DISLEXIA?